miércoles, 28 de noviembre de 2012

Nada es lo que parece (Relato de un sueño)

Al cerrar los ojos empezó una sensación extraña, rara pero fue algo de lo que la gente no quiere hablar: una mala sensación al dormir, algo que a nadie le gusta sentir.
Esta sensación fue así:
Estaba en clase, ya todos se habían ido, un mal presentimiento me recorría las venas, como si algo malo fuera a suceder y así fue, efectivamente, me había quedado sola.
Era viernes, así que todavía era peor; aunque yo no tenía mucho miedo sí que tenía un mal presentimiento.
Ya habían dado las ocho, tenía hambre y estaba desesperada, no sabía qué hacer.
Mirando por el cristal de la puerta principal, con la última gota de esperanza, apareció una luz cegadora, pensaba que era mi salvación pero estaba totalmente equivocada iba a ser... iba a... ser... algo... que no se puede nombrar... un... un... asesino.
Pensaba que iba a ser mi salvación, rompió el cristal; y vino con una mirada maligna hacia mí.
No recuerdo mucho más lo que sí que puedo garantizar es que ese día fue mi último día, pensaba que iba a tener una vida larga, feliz... pero no tenía ni idea.

MENOS MAL QUE LAS PESADILLAS SON PESADILLAS SINO EL MUNDO SERÍA DE LO PEOR.


Autora: Ainhoa Barral Carmona (5º)